26 de septiembre de 2011

Batgirl 1,Birds of Prey 1, Red Hood and the Outlaws 1 y Nightwing 1: The New 52


Batgirl 1 de Gail Simone y Ardian Syaf.

El regreso de Barbara Gordon a la primera fila de la comunidad superheróica era uno de los acontecimientos más polémicos (junto a los pantalones cortos de Superman) de este nuevo reinicio de DC. Los motivos, la clásica historia de Alan Moore, la Broma Asesina, donde la hija del comisario Gordon se quedaba paralizada de cintura para abajo tras ser disparada por el Joker. Posteriormente Barbara se convirtió en un pilar primero de la familia Batman y luego de la Liga de la Justicia, tras reciclarse en Oráculo, una hacker que controlaría y ayudaría a través de su complejo equipo de vigilancia y seguimiento informático a los héroes en leotardos. Y su regreso al uniforme de orejas puntiagudas es realizado por la guionista que mejor la conoce, que mejor partido la ha sabido sacar y que la convirtió en Oráculo para la colección Aves de Presa, Gail Simone. Simone realiza un tebeo oscuro oscurísimo, donde el villano de la primera historia es un asesino llamado "El Espejo" con una agenda personal en la que está incluida Barbara, además de introducirnos a Barbara a través de un prólogo donde los criminales son una réplica de esos dos niñatos psicópatas de la obra maestra de Michael Haneke "Funny Games", cuya violación del entorno personal tiene oscuras reminiscencias con lo que le ocurrió a Barbara con el Joker en la Broma Asesina. Porque "La Broma Asesina" ocurrió, y Barbara estuvo lisiada tres años, pero como ella misma dice y le sorprende, pasados tres años se curó "milagrosamente". Pero que esté recuperada físicamente no quiere decir que lo haya conseguido mentalmente. Y ahí está la gran baza de esta colección y que puede dar de si un tebeo la mar de interesante. Barbara Gordon, por mucho que se haya calzado de nuevo las mallas, está tocada, herida, con unos fantasmas que se niegan a dejarla ir y un trauma que no ha cicatrizado. Del apartado gráfico decir, que Adrian Syaf, con su dibujo cumplidor pero al que le falta todavía mucho pero que mucho callo, queda aun peor parado, tras ser comparado con la fastuosa portada de Adam Hughes. Pero el tebeo me ha llamado la atención y su punto de partida me parece de lo más interesante.





Birds of Prey 1 de Duane Swierczynski y Jesús Saiz.

La nueva encarnación del grupo femenino más famoso del universo DC, comienza su andadura con un primer número repleto de acción y alguna que otra intriga, con dos de los cuatro miembros que pueblan su primera portada. Poco se sabe de lo ocurrido anteriormente,  como el porqué de la reunión de este grupo de mujeres superpoderosas, de que lado están y si Canario Negro es realmente responsable de la muerte de un hombre. El misterio se acrecienta cuando se reúne con Barbara Gordon, y se sorprende de que pueda volver a caminar. El tebeo gana puntos gracias al dibujo de Jesús Saiz, debilidad personal desde su trabajo en la poco apreciada pero excelente colección Manhunter con guiones de Marc Andreyko. Un tebeo correcto en la línea de Suicide Squad. Habrá que darle unos cuantos números más para ver como progresa.





Red Hood and the Outlaws 1 de Scott Lobdell y Kenneth Rocafort.

Otra de las colecciones que tiene o debe tener sus días contados. Lobdell y Rocafort, cada uno en su labor trae de vuelta lo peor de los cómics mainstream de los 90 a la nueva DC. Lobdell no tiene problemas en destrozar a personajes como Starfire, convirtiéndola en un pendón alienígena o todo el trabajo que Judd Winick ha realizado con Jason Todd, el segundo Robin. Rocafort, un malísimo dibujante se recrea en las posturitas femeninas sacadas de los peores tebeos de los sellos Top Cow, Wildstorm y el Extreme Studios de Liefeld. El resultado, un tebeo ilegible y execrable que se cree muy rompedor y "para mayores" que no se merece siquiera que se publique su segundo número. 




Nightwing de Kyle Higgins y Eddy Barrows.


Ni buena ni mala, sino todo lo contrario. Nada nuevo en este paso atrás en la carrera de Dick Grayson. La buena noticia, que su etapa como Batman durante la época Morrison no ha sido barrida de la continuidad. La mala, que a mi me gustaba Dick como Batman y su relación con Damian, el nuevo Robin. El tebeo en sí, nada del otro jueves. El guión de Higgins recurre a los clásicos tópicos algo trasnochados del Batman post-Miller y el dibujo de Barrows, clon de Phil Jimenez, cumple sin aspavientos, pero usa y abusa demasiado de la doble página y una composición de página algo caótica. Mediocre.

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