Animal Man 1 de Jeff Lemire y Travel Foreman.
Intentar estar a la altura de la impresionante etapa de Grant Morrison al frente de este olvidado personaje de los años 50 aparecido en la colección antológica "Strange Adventures" es un reto del que es muy fácil salir mal parado. Tras los 26 números y un Secret Origin de Morrison a finales de los 80, autores de renombre como Jamie Delano y Peter Milligan no consiguieron ni siquiera aproximarse a la grandeza de la obra de Morrison. El personaje desde entonces ha dormido el sueño de los justos y sus apariciones han sido meramente testimoniales. DC Comics se ha atrevido en esta su nueva andadura y le ha pasado el testigo a uno de los mejores talentos salidos del panorama independiente yanki, Jeff Lemire. Lemire recrea al personaje como un hombre que sigue buscando su sitio en el mundo, habiendo sido superhéroe, activista ecológico y actor de cine independiente. Pero lo que más le importa es su familia y su conexión con el mundo animal. Un sueño revelador, recreado de manera fascinante por el dibujante Travel Foreman (visualmente, Animal Man es uno de los mejores tebeos que te puedes echar a la cara en la actualidad), la posibilidad de que sus poderes se conviertan en una maldición si pasan a algún miembro de su familia y la llegada de Los 3 Cazadores como amenaza latente, son los ingredientes que Lemire plantea con pericia, en una serie que bien puede ser una de las grandes sorpresas de la temporada. El aperitivo que es este primer número es buena prueba de ello.
Swamp Thing 1 de Scott Snyder y Yanick Paquette.
Al igual que la anterior serie de este post, La Cosa del Pantano es una colección que cualquier autor que se atreva con ella será comparado con el primer trabajo de Alan Moore para el mercado americano. Como el Animal Man de Morrison, La Cosa del Pantano de Alan Moore es un antes y un después en la trayectoria de dos personajes con escaso potencial artístico y comercial y del que ambos escritores sacaron oro, reinterpretándolos y haciéndolos suyos, algo que afectaría a los mismos en el momento que ambos autores terminaran sus arcos argumentales y su implicación en la colección. Y eso ha pasado con la Cosa del Pantano. Nadie ha hecho nada memorable con el personaje (excepto Rick Veitch), habiendo pasado por las manos de autores de renombre como Mark Millar o Grant Morrison. El nuevo loco en intentarlo es Scott Snyder, la nueva estrella del guión, y con razón, de la DC actual con su American Vampire para la línea Vertigo y su excelente etapa al frente de Detective Comics. Y la pregunta es, ¿merece la pena esta nueva aproximación a un personaje del que Moore contó todo lo que hacía falta contar?. En vista del resultado del primer número, si, ya que Snyder da una vuelta de tuerca al personaje y aquí el protagonista es Alec Holland. Si habéis leído la etapa de Moore, sabréis que en el clásico número 21 de la colección "The Saga of The Swamp Thing" Moore desveló que Alec Holland nunca había sido La Cosa del Pantano, sino que este había muerto y La Cosa del Pantano tenía sus recuerdos pero no era un ser humano, sino un ente de la naturaleza. Aquí, ante mi sorpresa, Alec Holland existe, tiene recuerdos de que fue La Cosa del Pantano, y para enredar más el misterio, la última página del tebeo lo remata con otro giro argumental, que no voy a revelar para no estropear la sorpresa. El tebeo demuestra el cariño de Snyder ante su nueva obra, con homenajes a etapas anteriores del personaje, como por ejemplo el nombre del hotel donde se hospeda Holland, llamado Totleben en honor a uno de los dibujantes de la etapa Moore, John Totleben, el recuerdo de Holland de una mujer de pelo blanco llamada Abigail (la novia de La Cosa del Pantano en la era Moore) y la combinación de la caja fuerte del motel de Holland, 1971, el año de creación del personaje. Para rematar un tebeo de tanta calidad, tenemos el arte de Yanick Paquette, que no hace más que evolucionar para bien, con su trabajo más elaborado hasta la fecha, igual de espectacular que su trabajo en Batman Inc., pero que aquí homenajea de manera excepcional el trabajo de Bissete y Totleben en la era Moore, sobre todo en la escena en el que un grupo de científicos son atacados por unas repugnantes moscas con desagradables resultados. Vienen buenos tiempos para La Cosa del Pantano.
Frankenstein Agent of S.H.A.D.E. de Jeff Lemire y Alberto Ponticelli.
Otra magnífica sorpresa de la línea "Dark" de la nueva DC, guionizada por Jeff Lemire, el autor del nuevo Animal Man. Si las nuevas aventuras de Buddy Baker tienen aspecto de ser tomadas muy en serio, este Frankenstein agente de SHADE (organización secreta de la nueva DC que está situada sobre la isla de Manhattan reducida al tamaño de una pelota, obra y gracia de Ray Palmer, que aquí todavía no se ha convertido en Atom) es más un inteligente pero descerebrado entretenimiento, fastuosamente dibujado por Alberto Ponticelli, con un estilo que aúna el underground con toques de Mike Mignola o Gabriel Bá. Porque tengámoslo en cuenta, este Frankenstein es la respuesta de DC a títulos como el Hellboy de Mignola o The Umbrella Academy de Gerard Way y Gabriel Bá, tanto en tono como en intenciones, ya que esta es un cajón de sastre donde todo tipo de lectura es bienvenida. Porque es difícil resistirse a un tebeo en el que el jefe y creador de la organización está dentro del cuerpo de una niña de 8 años que parece haber sido entrenada por Oren Ishii, el protagonista es el monstruo de Frankenstein, pero con problemas matrimoniales con su famosa novia Elsa y el resto del grupo está formado por un semi-vampiro creado con la fórmula de Kirk Lanstron, alias Man-Bat, una momia, un hombre lobo y una mujer pez que es un homenaje evidente al Abe Sapien de Hellboy. Monstruos gigantes, aldeanos temerosos de dios e ideas descabelladas y brillantes son algunos de los elementos e ideas que nos esperan al abrir este divertido tebeo que se ha convertido desde ya en otro acierto más de la nueva DC.
Otra magnífica sorpresa de la línea "Dark" de la nueva DC, guionizada por Jeff Lemire, el autor del nuevo Animal Man. Si las nuevas aventuras de Buddy Baker tienen aspecto de ser tomadas muy en serio, este Frankenstein agente de SHADE (organización secreta de la nueva DC que está situada sobre la isla de Manhattan reducida al tamaño de una pelota, obra y gracia de Ray Palmer, que aquí todavía no se ha convertido en Atom) es más un inteligente pero descerebrado entretenimiento, fastuosamente dibujado por Alberto Ponticelli, con un estilo que aúna el underground con toques de Mike Mignola o Gabriel Bá. Porque tengámoslo en cuenta, este Frankenstein es la respuesta de DC a títulos como el Hellboy de Mignola o The Umbrella Academy de Gerard Way y Gabriel Bá, tanto en tono como en intenciones, ya que esta es un cajón de sastre donde todo tipo de lectura es bienvenida. Porque es difícil resistirse a un tebeo en el que el jefe y creador de la organización está dentro del cuerpo de una niña de 8 años que parece haber sido entrenada por Oren Ishii, el protagonista es el monstruo de Frankenstein, pero con problemas matrimoniales con su famosa novia Elsa y el resto del grupo está formado por un semi-vampiro creado con la fórmula de Kirk Lanstron, alias Man-Bat, una momia, un hombre lobo y una mujer pez que es un homenaje evidente al Abe Sapien de Hellboy. Monstruos gigantes, aldeanos temerosos de dios e ideas descabelladas y brillantes son algunos de los elementos e ideas que nos esperan al abrir este divertido tebeo que se ha convertido desde ya en otro acierto más de la nueva DC.
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