Holy Terror de Frank Miller.
Ayer por la noche me leí la nueva novela gráfica del que era uno de los mejores autores de la historia del cómic. Un autor que hizo que me enamorara perdidamente del que quizás es el medio más rico y creativo en las manos adecuadas. El impacto que provocó en mi la lectura de su "Dark Knight" o "Born Again" pocas veces se ha repetido. Tebeos que he leído y releído una y mil veces y de los que nunca me cansaré.
Pero llegaron los años 90 y su "Sin City". Una obra muy interesante en sus comienzos, pero que fue degenerando a medida que Miller bajaba su calidad artística y subía su descomunal ego, hasta llegar a "300", quizás su última buena obra.
Porque llegó el nuevo siglo y la aparición del tebeo con más hype de la historia del medio, "DK2", secuela de su magistral "Dark Knight" y que todo aficionado esperaba como agua de mayo. La decepción no pudo ser mayor. Un trabajo alimenticio, de guión desordenado y dibujo terrible, que realzó su fealdad con el horrible tratamiento de color infográfico de la por entonces mujer de Miller, Lynn Varley, que al igual que su marido estaba irreconocible, tras habernos deleitado con su trabajo en Ronin, Dark Knight, Elektra Lives Again y 300. Se salvaban algunas ideas y escenas interesantes, pero la calidad de la obra fue de más a menos, en un tebeo como poco olvidable.
Ni menciono trabajos como "All Star Batman and Robin", dejada abandonada a los 9 números, demostrando el poco respeto de Miller hacia sus por entonces fieles fans. El Miller que sabía crear personajes, hacerlos humanos y que narraba como pocos autores en la historia del medio se había convertido en una parodia de si mismo, con su ego hinchado por los éxitos cinematográficos de "Sin City" y "300", que flaco favor le han hecho a su persona y a la percepción que el mismo tiene de su trabajo.
Tras el atentado del 11-S, Miller quedó muy tocado, algo que el reconoció y que provocó cambios en el tercer volumen de DK2. Y más que tocado, diría obsesionado. Así que le planteó a DC una idea peregrina. Una novela gráfica de Batman, llamada Holy Terror, donde el cruzado de la capa se enfrentaría a Al Qaeda y el terrorismo islamista. DC Comics pasó al final del proyecto, y Miller cambió a Batman y la ciudad de Gotham City, por un personaje de nueva creación, The Fixer y una nueva ciudad, Empire City.
El resultado es un desastre absoluto en la historia del medio. Quizás uno de los peores tebeos de la historia del medio. No solo artísticamente, sino algo mucho peor. Ideológicamente.
Sorprende que un autor que en los años 80 creó a los mejores héroes antisistema del noveno arte (Batman, Martha Washington) haya sido capaz de realizar una obra tan execrable. Pero vayamos por partes.
La novela gráfica tiene el mismo formato de su "300", pero el estilo sucio y emborronado de su Sin City. Gráficamente es un paso adelante a lo realizado por él en los últimos años. Pero tampoco tiene mérito, cuando se ha pasado casi 10 años para entregrar esta aberración. Las primeras 40 páginas son splash page tras splash page de este pseudo Batman persiguiendo a una pseudo Catwoman por los tejados de Empire City, una pseudo Gotham City o pseudo Sin City. Se persiguen, por supuesto con unos repetitivos y redundantes textos de apoyo en off, al estilo del vergonzoso número 3 de All Star Batman y Robin salidos de la cabeza de Canario Negro. Tras esta persecución, ambos personajes hacen el amor sobre los tejados de la ciudad, por supuesto lluviosos, marca de la casa Miller.
Una explosión provocada por un terrorista islámico les sobresalta, siendo esta la primera de muchas explosiones por toda la ciudad. Ambos anti-héroes deciden acabar con la amenaza terrorista y se dedican lo que queda de tebeo a torturar y asesinar sin paliativos a los islamistas radicales, por supuesto ayudados (y esta es la mayor bizarrada de un tebeo que supera los límites del bizarrismo) por dos miembros de una fuerza secreta israelí de agentes especiales, donde la mujer es una mala copia de su Miho de Sin City, y el hombre lleva tatuado una estrella de cinco puntas de David en su rostro. Ridículo , ¿verdad?.
Pero no solo es que el tebeo no tenga una historia, ni que los personajes no tengan algo parecido a un arco de desarrollo, o que la ciudad de Empire City sea solo un decorado lleno de los tópicos y tics del anteriormente genio del cómic, sino que su carga ideológica es de vomitar.
Miller, que se ha vuelto un reaccionario radical que piensa con el culo y seguramente con varias botellas de Jack Daniels al día, infecta de xenofobia un tebeo que debería ser retirado de las estanterías de las librerías. Para Miller ser musulmán es ser un terrorista y su análisis del gran problema de la sociedad del siglo XXI, previo a la gran crisis económica que nos ha tocado sufrir es primitivo, infantil y triste, muy triste, en un tebeo que se lee en cinco minutos, no aporta nada y al terminarlo te dan ganas de reventarlo contra la pared o contra la cabeza de su autor, un individuo que ha perdido el norte, vive en su mundo imaginario y una última obra que solo transmite veneno y mucho odio al diferente, al extranjero. Si por Miller fuera, todos los árabes residentes en Estados Unidos deberían ser exterminados y aniquilados.
Y quitando su carga ideológica, absolutamente abominable, artísticamente es la demostración fehaciente de lo que todos sospechábamos hace ya más de 10 años pero que nos resistíamos a creer. Miller está acabado no, está acabadísimo. Desde Sin City repite una y mil veces la misma historia, los mismos recursos narrativos, los mismos personajes, pero sin la gracia, la inteligencia y la ironía de la que hacía gala y que hizo de él uno de los mejores autores de la historia del medio. En el fondo, Miller se ha convertido en todo aquello que odiaba en los años 80, en el Reagan de Dark Knight o la Bestia de Elektra Assasin.
madre mia, siento que Miller haya decepcionado a muchos de sus fans y esté perdiendo "la chabeta" (termino clínico jeje) pero tengo que decir que gracias a eso has hecho una genial reseña! :) muuuak!
ResponderEliminarAlgo bueno tenía que salir de esta atrocidad:))))))
ResponderEliminar"un tebeo que debería ser retirado de las estanterías de las librerías"
ResponderEliminarCon eso ya me lo has dicho todo; eres un CENSOR que pretende ir de progre.
Miller sigue igual, tal vez sus historias tengan ahora más mamporros que otra cosa pero a mi este cómic me ha encantado. Veo que está ahora de moda arremeter contra Frank Miller sin ton ni son. No veo nada argumentable ninguna línea de toda esta entrada que acabo de leerme.
ResponderEliminarSaludos.