Patrulla X 71, X-Men 8, Astonishing X-Men 20, X-Men Legado 71 y Lobezno 6

Patrulla X 71 de Matt Fraction, Kieron Gillen y Greg Land (Uncanny X-Men 533 y 534 USA).

Termina Contagio y finaliza la etapa de Matt Fraction al frente de unos mutantes a los que ha devuelto a la vida, sumidos en un coma profundo del que el guionista les ha sacado hace ya casi tres años, renovándolos y devolviéndoles la frescura perdida. En esta última saga, ha compartido la tarea con Kieron Gillen, un nuevo talento que tomará las riendas de estos personajes en solitario a partir del mes que viene. Viendo su trabajo con Fraction en esta última saga que ha servido para ¿finalizar? la relación entre Shaw y la Reina Blanca y el compuesto para crear mutantes de manera artificial, solo se puede decir que los hijos del átomo están en buenas manos. Destacar de este último número publicado, que incluso Greg Land ha conseguido los que quizás sean los mejores tebeos que ha dibujado, dando un broche de oro a una colección que ha pasado de ser la lectura rutinaria del mes, a ser una de las lecturas imprescindibles de la Marvel actual. Buen trabajo señor Fraction, se le echará de menos. Bienvenido, señor Gillen, su carta de presentación no ha podido ser mejor.

X-Men 8 de Victor Gischler y Chris Bachalo (X-Men vol. 2, 9 USA).

La nueva serie mutante (y van) continúa su correcto devenir en las librerías de nuestro país. Por supuesto que no es imprescindible, e incluso las aventuras que ocurren en la misma no aportan nada fundamental para conocer el destino de nuestros mutantes favoritos. Pero los guiones de Gischler son competentes que no excelentes. Nadie va a encontrar nada revolucionario o innovador en sus tebeos. Es el equivalente a un blockbuster palomitero veraniego. Lo disfrutas mientras lo lees, pero lo olvidas en cuanto cierras las páginas del cómic. Eso sí, tiene dos elementos de interés. El primero, la vuelta de la Bestia Oscura creada en la famosa saga "La Era de Apocalipsis" de los años 90 y el dibujo de un Chris Bachalo que se que no es del agrado de muchos lectores, pero que a mi siempre me hace disfrutar un punto más lo que estoy leyendo. Aunque he de reconocer que su estilo abigarrado muchas veces dificulta la comprensión de lo leído.

Astonishing X-Men 20 de Daniel Way, Jason Pearson y Sara Pichelli (Astonishing X-Men 37 USA).

Qué bueno es Jason Pearson. Pero que lento es. Su trabajo al frente de esta nueva etapa al frente de este título de los X-Men llega a su fin, no consiguiendo siquiera completar este número, finalizado por una competente Sara Pichelli, que queda deslucida al ser comparada con una bestia del dibujo como es Pearson. La salida de dicho autor ensombrece el correcto pero nada destacable guión de Daniel Way, un autor que no ha conseguido despegar ni destacar entre los nuevos talentos Marvel, ya que su trabajo en líneas generales está bien, pero en ningún momento deslumbra. Y este tebeo es una buena muestra de ello.

X-Men Legado 71 de Mike Carey, Clay Mann y Steve Kurth (X-Men Legacy 246 y New Mutants 23 USA).

Continúa el correcto discurrir de esta nueva Era de Apocalipsis, aunque a medida que pasan los capítulos, menos original es y más se parece a sagas previas como la ya mencionada Era de Apocalipsis o Dinastía de M. Aciertos puntuales, pero por debajo de las anteriormente mencionadas, sobre todo de la primera. Mucha culpa de ello tienen los artistas gráficos a los que se les ha encomendado esta olvidada colección de la franquicia mutante, Clay Mann y Steve Kurth, que no tienen las habilidades artísticas ni de diseño de personajes como para realizar conceptos tan potentes como los creados por Joe Madureira, Adam Kubert, su hermano Andy o Chris Bachalo en la Era de Apocalipsis.

Lobezno 6 de Jason Aaron y Daniel Acuña (Wolverine vol.4, 6 y 7 USA).


Siempre es una delicia disfrutar del arte de Daniel Acuña. Y eso es algo que ha notado el propio Jason Aaron. Porque con él, la serie ha pasado de 0 a 100 en menos de un segundo, convirtiéndose en colección mutante imprescindible, con dos números que exudan magia Marvel en este enfrentamiento entre un Lobezno endemoniado e indestructible y sus compañeros de profesión. Aaron demuestra que ha hecho los deberes, que se ha estudiado el pasado de todos los personajes de la franquicia y esta saga seguramente le ha servido para ser el encargado de una de las nuevas y fundamentales colecciones de la familia mutante tras el evento Schism. Un número fundamental, repleto de ritmo y emoción, demostrando que Renato Guedes no era el artista indicado para trabajar con Jason Aaron. En definitiva, un tebeo genial.