Un Método Peligroso de David Cronenberg

Un Método Peligroso de David Cronenberg (A Dangerous Method, 2011)

Ya ha llegado a nuestra cartelera uno de los títulos del año. Una cartelera necesitada de cine adulto e inteligente, inundada de vampiros emo y gatos con botas. Estrenada con gran éxito de crítica en el festival de Venecia, el nuevo trabajo del polémico cineasta canadiense consigue aunar lo mejor de los dos Cronenbergs.

Tras sus dos títulos anteriores, "Una Historia de Violencia" y "Promesas del Este" que le consiguieron acercar al gran público pero que personalmente me parecían dos trabajos acomodaticios de un cineasta que había llevado sus propuesta siempre al extremo, con títulos como "Videodrome", "El Almuerzo Desnudo", "Inseparables" o "Crash", consigue en esta ocasión aparentar un supuesto biopic de época, centrado en la amistad y diferencias entre Carl Jung y Sigmund Freud, en el que en su interior subyacen todas las obsesiones y temas que Cronenberg ha ido plasmando en su muy personal filmografía.

Porque el sexo en su vertiente más compleja ha sido un tema fundamental y casi obsesivo para el cineasta. Desde los parásitos sexuales de su ópera prima "Vinieron de Dentro De" a las relaciones insecto-humanoides de "La Mosca" o sus personajes obsesionados por el sexo y la muerte de "Crash", el cine de Cronenberg ha sacado a la luz todos los tabúes que nuestra pacata sociedad occidental ha querido hacer como que no existen. Así que, quien mejor que él para contarnos los orígenes del psicoanálisis y sus dos figuras más emblemáticas, Sigmund Freud y Carl Jung.

Para ello, Cronenberg se ha rodeado de un trío de actores perfectos que quizás entregan sus mejores trabajos hasta la fecha. Empezaré con el nexo de unión de los dos protagonistas masculinos y la interpretación que más me ha sorprendido, la de la actriz Keira Knightley que aquí entrega un tour de force interpretativo digno de todas las alabanzas. Pero sus partenaires masculinos no se quedan atrás. Y aunque Viggo Mortensen destaque con su excelente caracterización como Sigmund Freud (aunque el relato pase de largo su abusiva adicción a la cocaína), no hay que dejar atrás al gran Michael Fassbender, el actor revelación del año, que lleva sobre sus hombros toda la película interpretando a Carl Jung, colega y discípulo de Freud y cuya historia es el eje del largometraje.

Un largometraje de ajustada duración, como casi todo el cine de Cronenberg, gracias a unas arriesgadas pero inteligentes elipsis temporales y cuyo único pecado sea que quieres saber más, de Freud, de Jung, del psicoanálisis, del trastorno del personaje interpretado por Keira Knightley, de la relación de pareja entre Jung y su esposa y de los recovecos de la mente humana y el porqué de las represiones, de los traumas sexuales y de una época, principios del siglo XX, que iba encaminada a una sucesión de guerras mundiales y conflictos socio-económicos, que ahora más que nunca están de plena actualidad.

Muchos le achacarán a Cronenberg su extrema frialdad. Porque todo está plasmado de manera objetiva, sin juzgar, sin recriminar. Los hechos tal cual están, en un ejercicio de estilo controlado que quitando su cuidada ambientación de época, recuerda a los gélidos escenarios y situaciones de anteriores obras del autor como "Inseparables" o la ya citada anteriormente "Crash", pero sin rozar los excesos de esta última.

En definitiva, una película que me devuelve al mejor Cronenberg, tras las correctas pero no brillantes dos películas anteriores. Una de las mejores cintas del año en todos los aspectos. Inteligente, adulta e interesante, muy interesante. Por cierto, no dejéis de visitar el blog amigo "Destino Placer", donde Marta da su visión de la película desde un punto de vista profesional, pinchando aquí