9 de noviembre de 2012

Legends of the Dark Knight 1: El regreso de una serie mítica


En 1989, en plena Batmanía propiciada por el Batman de Tim Burton, ocurrió un acontecimiento histórico en la historia del defensor de Gotham City. DC Comics, aprovechando la renovada popularidad del personaje gracias a trabajos como Dark Knight y   Año 1 de Frank Miller, La Broma Asesina de Moore o Batman The Cult de Jim Starlin, más el estreno del filme más esperado del año y sumándole que era el 50 aniversario del personaje, decidió publicar el que sería el tercer título regular de la historia del personaje, que se sumaría a Detective Comics y Batman en las compras mensuales del aficionado al personaje.


Lo que diferenciaba a este título de las otras dos cabeceras del personaje era su venta exclusiva en librerías especializadas, el uso de un papel de mejor calidad y la promesa de que los mejores autores del cómic americano de la época se harían cargo de historias autoconclusivas de no más de cinco números de duración, que contarían historias sobre todo enmarcadas en los primeros años del personaje, algo que cumplieron en los tres primeros años de la colección, con autores como Denny O'Neill, Grant Morrison, Doug Moench y Paul Gulacy, Matt Wagner, Howard Chaykin y Gil Kane o unos primerizos James Robinson y Tim Sale, aparte de promocionar el primer número con una práctica que hasta el momento no se había hecho nunca y que provocaría el auge y caída de la industria del cómic americano pocos años después y que trístemente se ha vuelto a poner en boga, las portadas múltiples, con un primer ejemplar con cuatro portadas diferentes.


El título poco a poco y pasados los primeros años se acabó convirtiendo en un cajón de sastre donde todo valía, desde historias de autores mediocres que no estaban a la altura de lo pensado en sus orígenes a incluirla dentro de los múltiples crossovers que vivió el personaje en los años 90. Y así, a principios del presente siglo, el título terminó su andadura con más pena que gloria en su número 212.


Pero a mediados de los años 90, DC Comics intentó un experimento que salió muy pero que muy bien, Batman: Black and White. Esta fue una miniserie de cuatro números realizados por los mejores autores de la industria, en relatos de ocho páginas (cada número incluía cuatro) con la particularidad de que eran en blanco y negro, aprovechando el auge de este gracias a la aparición del Sin City de Frank Miller. Tan bien funcionó este experimento, que a partir de 1999, aprovechando la aparición de un nuevo título del Hombre Murciélago tras la finalización de No Man's Land y el final de Shadow of The Bat (otro título de Batman que apareció a principios de 1992 aprovechando el estreno de la secuela del Batman de Burton) llamado Gotham Knights.


Esta cabecera, durante sus primeros 37 números, publicó la continuación de Batman Black and White, a razón de un relato de ocho páginas en cada ejemplar, que casi siempre era más interesante que la propia colección regular. Por supuesto, estos complementos, al igual que la miniserie original está recopilada en 3 bellos volúmenes recopilatorios en tapa dura que Planeta editó en España en los años 2005 y 2008, los cuales son fundamentales para todo fan del personaje creado por Bob Kane.


Y llegamos al año 2012, cuando DC decide comenzar a publicar en formato digital una mezcla de los presupuestos de Legends of The Dark Knight con los de Batman Black and White. De la primera mantiene el título y de la segunda la calidad de sus autores y el formato de 8-10 páginas por relato, aunque esta vez en color. El éxito de la propuesta ha provocado su aparición en formato papel, como nueva colección regular mensual recopilando tres historias en cada ejemplar.

Este primer número destaca y atrae sobre todo por el guionista a cargo del primer relato recopilado, "The Butler Did It", ni más ni menos que Damon Lindelof, el amado/odiado co-creador junto a Carlton Cuse de la amada/odiada Lost. Lindelof demuestra, como ya hizo en el relato corto de Superman aparecido en el número 900 de Action Comics o la miniserie para Marvel llamada Ultimate Lobezno Vs. Hulk, que aparte de ser un pedazo de guionista es un gran conocedor y adorador de los personajes y el medio. Su historia de Batman, dibujada con el elegante y sucio trazo de Jeff Lemire, descubre nuevas capas en la relación entre Alfred y Bruce Wayne, demuestra de nuevo como le gusta jugar con las expectativas del lector y el espectador, en un relato que revela un desconocido lado sádico pero justo de Alfred.

El tebeo se completa con dos relatos correctos pero que no están a la altura del de Lindelof, llamados "All of The Above" y "The Crime Never Comitted". Dos relatos escritos por los desconocidos Jonathan Larsen y Tom Taylor, que apuntan maneras y que dan sentido a este tipo de antologías: historias con un punto de partida sugerente y una resolución a la altura de las consecuencias. Destacar también que J.G. Jones hace un trabajo menor (el hombre está muy ocupado dándolo todo en la miniserie del Comediante guionizada por Azzarello) pero estimable.


Un tebeo dedicado en exclusiva a aquellos seguidores del Caballero Oscuro que quieren una lectura que no les obligue a seguir doscientos mil títulos y también para el aficionado acérrimo del personaje (entre los que me incluyo) que no se cansa de él siempre y cuando le entreguen trabajos de calidad como estos incluidos en su primer número. Esperemos que el nivel se mantenga por mucho tiempo.


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