Aunque su fecha de publicación es muy reciente (la miniserie original de 6 números apareció a lo largo del año 2004) , no es precipitado catalogar esta obra del genial Darwyn Cooke de obra maestra y clásico atemporal del cómic de todos los tiempos. Más aún, tras leerlo de nuevo de manera continuada, en la fantabulosa edición Absolute que DC Comics publicó en el año 2006, de magnífico diseño y presentación, cargada de extras (desde páginas originales, a un análisis detallado casi página por página de curiosidades de la obra por el propio Cooke) y 11 páginas inéditas que no incluyó en la edición original.
Cooke proviene de la animación, (fue colaborador de Bruce Timm en la clásica y también atemporal serie de animación de Batman de los años 90) y su estilo está influenciado por el animador Max Fleischer (autor de la serie de animación de Superman de los años 40), así como de Alex Toth o el gran Jack Kirby. Al igual que Timm, es un enamorado del pasado y de la manera de hacer y pensar de las obras de los años 40 y 50.
Por lo que The New Frontier es un proyecto ambicioso, donde Cooke narra de manera unificada, relacionando todo el material publicado por DC Comics desde finales de la Golden Age a los albores de la Silver Age, con la historia reciente americana (el final de la II Guerra Mundial, el miedo extraterrestre, el McCarthysmo, la guerra fría, la carrera espacial y el racismo en la sociedad americana de los años 50), narrando de manera coherente y compleja los orígenes del cómic moderno americano.
Toda la obra es un homenaje al trabajo de Joe Kubert, Carmine Infantino, Jack Kirby. Cooke unifica todos los géneros publicados por DC Comics (bélico, ciencia ficción, superhéroes, fantástico) en una sola historia, con múltiples personajes y múltiples puntos de vista, sin que la historia se resienta, se desvirtúe o se pierda. Al contrario. Lo que consigue es que el cómic se enriquezca gracias a los distintos puntos de vista de la historia, convirtiéndose en una oda a una manera de ver la vida y de contar historias que se ha perdido en la narrativa actual, devolviendo a los cómics ese "sense of wonder" perdido en una sociedad contemporánea cínica y pesimista, necesitada de héroes o individuos reales a los que admirar.
No es casual (y así lo indica Darwyn Cooke en los extras de la edición Absolute) que el título del cómic sea "The New Frontier", relacionándolo con el discurso de Kennedy donde hablaba de la "Nueva Frontera" que tenía que alcanzar la sociedad americana, los nuevos retos y obstáculos de la sociedad contemporánea, algo que los cómics de los años 50 tuvieron que enfrentarse debido a la caza de brujas a la que fueron sometidos por el psicólogo Fredric Wertham y que los llevó a defenderse y salir fortalecidos en la explosión de creatividad que fueron los años 60 para la industria del cómic.
Darwyn Cooke homenajea y maravilla al lector en cada página de su obra, siendo cada una de ellas una obra de arte por si sola. Si hubiera que poner un defecto a este cómic, sería su dibujo, ya que es tal el nivel del mismo, que distrae la lectura del mismo, ya que cada viñeta te deja con la boca abierta. Los ejemplos que pongo en la entrada no le hacen justicia. El cómic es un verdadero "quién es quién" de la historia de DC Comics. Aunque sus protagonistas son sobre todo King Faraday, Barry Allen, Hal Jordan, John Jones y personajes oscuros y olvidados como The Challengers of the Unknown y The Losers, también hay sitio para Superman, Wonder Woman (el mejor ejemplo que pone Cooke para entender las tensiones políticas y sociales de los años 50 en América), Batman (tanto su encarnación original oscura y siniestra de los años 40 hasta su versión más light de los 50, con explicación de por medio) Aquaman, Adam Strange, los Blackhawks y así hasta el infinito, todos ellos maravillosamente caracterizados y dibujados, como si hubieran sido creados para ponerlos a disposición de Cooke.
Obra pensada para todos aquellos que seguimos pensando que el cómic es el mejor medio para soñar, para los que creemos que la fantasía y el "sentido de la maravilla" pueden ir de la mano de una historia adulta y moderna y sobre todo que deberían leer y aprender los editores de cómics actuales, para que volvieran a entregar a sus lectores un tipo de cómic como este, que ya no se estila, pero que todos añoramos. La modernidad desde el respeto hacia los clásicos. Pocos autores lo entienden y por eso doy gracias de que existan autores como Darwyn Cooke.
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