Misión Imposible: Protocolo Fantasma de Brad Bird (Mission Impossible: Ghost Protocol, 2011)
Que Brad Bird es uno de los mejores directores de animación de los últimos años es incontestable y ahí están películas como El Gigante de Hierro, Los Increíbles o Ratatouille para demostrarlo. Eso sin olvidar que era parte del equipo de Los Simpsons en sus primeras y extraordinarias primeras temporadas. Lo que no había demostrado todavía era si era capaz de dar el salto a películas de imagen real y ser igual de bueno en ellas.
J.J. Abrams, en calidad de productor, le daba la oportunidad, tras haber sido el propio Abrams el responsable de la dirección de la mejor Misión Imposible junto a la original de DePalma, donde Abrams le dio el toque de espías de su serie Alias dándole un impulso que necesitaba la saga tras la desastrosa segunda entrega del director John Woo.
Y la pregunta importante para el fan de la saga es si este Protocolo Fantasma está más cerca de las misiones de DePalma o Abrams o del desastre estruendoso de Woo. Y a mi pesar he de decir que se acerca más a la de este último.
Cierto es que no llega a los niveles de desastre de la segunda parte de las aventuras de Ethan Hunt, pero Brad Bird ha fracasado en su primer aporte al cine de imagen real. Las razones son muchas. La primera de todas es un guión de derribo que primero utiliza un concepto ya pasado y anticuado cuando Roger Moore hacía películas de 007 (por dios, robo de códigos de seguridad de cabezas nucleares rusas y el fantasma de la guerra fría en pleno siglo XXI es lo más demodé que he visto en mucho tiempo) y lo peor del caso, que una trama que se debería presuponer sencilla, en la primera media hora de proyección el espectador no tiene claro hacia donde va a ir, lo que provoca que el propio personaje de Tom Cruise la vuelva a repetir a sus agentes (aunque realmente se dirige al espectador) a la media hora de comenzado el largometraje.
La película comienza a arrancar tras el incidente en Moscú (horribles efectos especiales en ese segmento) y parece que remonta el vuelo a partir del segmento en Dubai, donde Bird entrega tres set pieces de acción alucinantes(la escalada de Cruise al rascacielos más grande de Dubai, la escena del traspaso de información a dos bandas en dos habitaciones del hotel y la persecución en la tormenta de arena), demostrando su pasado en la animación, ya que las tres escenas están montadas y ejecutadas de manera brillante no, brillantísima.
Así que tenemos un primer acto insulso y caótico y un segundo acto excelente, pero de nuevo el tercer acto cae en la repetición y el homenaje chusco a otras escenas brillantes de la saga. Pero a lo largo del filme siguen habiendo elementos disonantes que te sacan del largometraje. Lo primero, que lo que funciona en el cine de animación no tiene porqué funcionar en imagen real. Así, tenemos golpes y caídas que harían las delicias del Coyote o Roger Rabbit, pero que personificadas en Tom Cruise o Jeremy Renner quedan ridículas y te sacan del filme. Pero también el exceso de chistes y gracietas (sobre todo del personaje protagonizado por Simon Pegg que tiene excesivo protagonismo) o un villano con tan poco carisma del que ahora ni me acuerdo el nombre, hacen que el espectador eche de menos a villanos como Philip Seymour Hoffman en MI3 (el mejor de todos), Jon Voight en la primera e incluso el excesivo y sobreactuado pero por lo menos carismático Dougray Scott del desastre que fue MI2.
Y llegamos a Tom Cruise, una estrella que como muchas que llegan a cierta edad no saben envejecer con dignidad. No se que es peor, si el lifting que se ha hecho y le ha hecho perder toda la expresividad que tenía o su intensivo uso de los esteroides para esta película que le ha dejado un cuerpo que da grima, mucha grima. Eso, y que los encargados de vestuario le han comprado dos tallas menos de pantalones, camisas y chaquetas, dan la impresión de que nuestro querido Tom va a estallar sus ropas como Lou Ferrigno en el serial de Hulk de los años 70 en las muchas y repetitivas carreras que tanto le gustan a la estrella de Hollywood.
Una pena, porque Bird es un director con mucho no, muchísimo talento. Pero esta película le ha quedado rana, tonta y rancia. Hay elementos y escenas que están por encima de la media en materia de cine de acción, pero el conjunto flojea sobre todo por un guión horrible, unas caracterizaciones planas y una estrella que debería comenzar a plantearse el jubilarse como action hero.
Felipe, la clave es el pelo: Tom Cruise pelo corto= peli de MI buena, pelo largo=peli floja XD
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