Enemigos Públicos de Michael Mann. Revisionados.

Enemigos Públicos de Michael Mann. (Public Enemies, 2009).

Revisionado de esta gran película de Michael Mann en magníficas condiciones, en una impecable edición en Blu-Ray, tras verla en cine el día de su estreno, el 14 de agosto de 2009. Muy buen sabor de boca me dejó esta película en el momento de su estreno, (para mí la mejor película del verano pasado y una de las mejores del pasado año), y en su momento no entendí la tibieza con la que fue recibida y la escasa repercusión que tuvo en las entregas de premios, galardonando o nominando a películas muy inferiores a este gran trabajo de Mann.

Una de las razones por las que creo que esta película fue recibida de manera tan fría fue las expectativas que tenía el público hacia ella, que eran las de una película de acción de policías y ladrones con grandes escenas de acción. Pero Mann, gracias a dios, no se queda con eso. Por supuesto que hay grandes escenas de acción, aunque el término grandes está mal utilizado. Mann no es James Cameron, Michael Bay o los Hermanos Wachowsky, por poner tres ejemplos de directores capaces de recrear grandiosas escenas de acción que dejen al espectador sin aliento. Michael Mann juega en otra liga diferente, ni mejor ni peor que la de los tres directores mencionados anteriormente, sino que a Mann lo que le interesa es el realismo. Sus escenas de acción son perfectas en todos los aspectos (planificación, montaje) con una puesta en escena planificada al milímetro a las que no les falta ni les sobra nada, pero que pisan la tierra, es decir, no son fuegos de artificio. Si en la vida real viéramos un atraco a un banco, o una persecución policial sería tal cual nos los plasma el director de Heat. La violencia de Mann no es divertida como la de Tarantino, o pirotécnica como la de Cameron, es una violencia de a pié, sin dramatismos ni golpes de efecto innecesarios, como la vida misma.

Y ahí llegamos al otro aspecto que hace que a mucha gente le eche para atrás su cine: su frialdad. Pero no es una frialdad provocada porque no sepa crear personajes que le importen al espectador, sino porque Mann está interesado en el realismo sin adulterar, y las reacciones en la vida real (amor, odio, alegría, tristeza), no se transmite en dolby digital surround y en 3d, sino que es algo contenido y sin aspavientos, y por ello, sus personajes actúan como si fueran personas y no personajes. Además la historia de amor entre los personajes de Marion Cotillard (bellísima y encima una actriz portentosa que con una mirada o un gesto transmite mucho más que el 90% de sus compañeras de profesión) y Johnny Depp es bella y emotiva, no azucarada e indigesta.

Hablando de Depp, aquí deja a un lado sus histrionismos pasados de rosca que lleva utilizando desde que el papel de Jack Sparrow le reportara pingües beneficios o le permite su amigo Tim, y demuestra que cuando se contiene es uno de los mejores actores de los últimos 30 años. Le acompaña Christian Bale, demostrando que es un actor talentoso y que no existe papel que se le resista, aunque su personaje quede algo eclipsado por Depp y Cotillard. De Cotillard nada más que comentar, solo decir que es el mayor descubrimiento femenino de la última década con Naomi Watts y que en toda película en la que aparece brilla por encima del resto del reparto. Sus escenas con Depp, lo mejor de la película y la escena en la que es torturada, brutal y magistral.

Mann vuelve a demostrar su buen hacer como director, su perfeccionismo en todos los aspectos de la producción, su impecable factura técnica. entregando un trabajo elegante, visualmente intachable, aunque su elección de utilizar video digital para filmar el largometraje puede no ser del gusto de todo el mundo (personalmente me parece una apuesta arriesgada e inteligente, ya que confiere al filme de un aspecto cuasi documental que ayuda a la credibilidad de la historia), además de la recreación del Chicago de los años 30, perfecto y milimétrico.

Otro punto a favor de Mann es, que bajo la apariencia de una típica película de persecución de policías y ladrones ambientada en los años 30, con el glamour cinematográfico que eso conlleva, realmente de lo que nos habla es de como Estados Unidos se convirtió en una dictadura encubierta, de como funcionan los mecanismos de poder y de como los ciudadanos somos títeres bajo los designios de un gobierno que limita y coarta las libertades en pos de la lucha contra el crimen.

Si no la habéis visto os recomiendo que le echéis un vistazo, y si sois de aquellos que no os dejo un buen sabor de boca en el momento de su estreno, os insto a que le deis una segunda oportunidad y la veáis con otros ojos. Seguro que no os defrauda.