Furia de Titanes de Louis Leterrier. Reseña de actualidad.

FURIA DE TITANES (CLASH OF THE TITANS, 2010).

Remake de la película clásica de los 80 del mismo nombre (clásica por los efectos stop motion del maestro Ray Harryhausen, no por la calidad del largometraje), "modernizada" para el público actual con una orgía de efectos visuales digitales y versionada al infame 3D tan de moda actualmente en la sala de post-producción con resultados lamentables según dicen (yo la vi en glorioso 2D) para sacar más dinero a los incautos que se aproximen a las salas de cine.

La película es un bodrio sin pies ni cabeza, que consigue el más difícil todavía, que es, que el inútil de Louis Leterrier consiga su peor película hasta la fecha. Y es difícil, porque era difícil superar en ineptitud sus anteriores proezas como la saga Transporter (creo que las dos primeras), y su secuela/reboot, ya que no se sabe bien que es, "El Increíble Hulk", absurda continuación/reinicio de la magistral e incomprendida por público y crítica película de Ang Lee.

Por lo que, y realizando una proeza al alcance de muy pocos (Stephen Sommers,Roland Emmerich y Michael Bay), Leterrier consigue la obra magna del nuevo cine que nos llega de Hollywood, una película sin historia, sin personajes medianamente interesantes, con una profundidad tal, que solo los teletubbies pueden conseguir, una película con una nula capacidad de entretener, de emocionar, de interesar, sin un desarrollo no digamos ya lógico, sino un desarrollo, aburrida hasta la extenuación, algo complicado cuando el engendro dura meramente hora y media escasa. Por supuesto, todo ello adornado con un uso y abuso de efectos digitales que encima están mal hechos y mal acabados, porque siendo sinceros, las películas de Michael Bay son malas malísimas, pero el tipejo por lo menos es capaz de presentar una factura técnica impecable.

De los actores mejor ni hablar. Sam Worthington, el nuevo chico de oro de Hollywood (Terminator Salvation, Avatar), pero al que le quedan dos telediarios, nos demuestra de nuevo su ineptitud como intérprete, deleitando al espectador con una variedad de registros tal, que hacen que Chuck Norris, Silvester Stallone y Dolph Lundgren sean los nuevos Marlon Brando, Robert de Niro y Al Pacino del cine. Por la película se pasean dos grandes actores como Liam Neeson (interpretando a Zeus, con una armadura brillante que sería la envidia de LocoMía), y Ralph Fiennes (como el dios Hades), haciendo el ridículo y poniendo la mano para cobrar un suculento cheque que en estos tiempos de crisis no le vienen mal a nadie. El resto del reparto ni lo mento, porque sus personajes son tan tristes, tan insulsos, que dudo que nadie pueda sacar un personaje de donde no lo hay. Por supuesto en una producción de esta calidad, no pueden faltar el duo de personajes cómicos, tan divertido como un espectáculo del Duo Sacapuntas.

Y lo mejor para el final. El título de la película es Furia de Titanes, y el incauto espectador espera una orgía de monstruos espeluznantes y gigantescos al estilo del videojuego "God of War", y lo que se encuentra son dos monstruos y poco más, por lo que aquel que busque eso, será mejor que se compre el mencionado juego (ahora mismo ha salido la 3º parte), ya que solo en la introducción del juego, encontrará más monstruos gigantes que en todo el largometraje. Y por supuesto las similitudes con los videojuegos actuales se hacen patentes en esta película, pero con una diferencia. En los videojuegos juegas y pasas el rato, esta película es como ver los vídeos introductorios de estos juegos, pero sin poder jugar.

Mi recomendación: no vayáis ni aunque seáis obligados y coaccionados, ya que aun aventurándome, es difícil, aunque no imposible que este año cinematográfico sea capaz de entregarnos una basura de este tamaño. Aunque el Hollywood actual es capaz de esto y de mucho más.