El Escritor de Roman Polanski. Reseña de actualidad.

EL ESCRITOR de Roman Polanski (The Ghost Writer, 2010).

La nueva obra del clásico, famoso y polémico (por causas extra-profesionales) director Roman Polanski, viene precedida por unas inmejorables críticas, lo que demuestra una vez más que mal está el cine actual para que una película como esta, correcta sin más, sea alabada como una gran obra. Pero vayamos por partes.

La película es un thriller político al uso, de los que abundaban en la década de los 90, donde se narra la contratación de un escritor, Ewan McGregor, para que sea el "negro" de las memorias de un polémico ex-ministro inglés (Pierce Brosnan), auto-exiliado a Estados Unidos (viniendo de Polanski es una gran ironía), debido a sus acciones en la guerra contra el terrorismo colaborando con Estados Unidos. El escritor es contratado para revisar lo escrito por otro "negro", ya que este ha aparecido muerto en la orilla de la playa ahogado: suicidio, asesinato, accidente??.

La obra tiene similitudes tanto con el momento político que vivimos actualmente (el personaje interpretado por Pierce Brosnan podría ser perfectamente el ex-ministro británico Tony Blair), como con la situación personal que el director, Roman Polanski lleva viviendo desde que en los años 70 tuvo que huir de Estados Unidos tras ser acusado de la violación de una menor y se refugió en Europa. (en la película el ex-ministro se refugia irónicamente en Estados Unidos).

Polanski vuelve ha desarrollar una pesadilla kafkiana escondida tras el trasfondo de un thriller político al uso, donde nuestro protagonista, Ewan McGregor, no deja de ser un pobre diablo, manipulado por fuerzas e individuos que le usan para sus propios fines. Polanski vuelve ha demostrar su excelencia como creador de atmósferas frías y opresivas, donde se tiene la sensación de ser observado por mil ojos. Pero el problema del filme, es que en ningún momento sabe decantarse hacia el lado del thriller o al de la pesadilla kafkiana, al estilo de otras obras del autor como "Repulsión" o la famosa "Rosemary's Baby" (me niego ha llamarla por su horrible título en español, absoluto spoilerazo para los espectadores que se acercaban vírgenes a la obra, "La Semilla del Diablo"). Esta indecisión provoca que a mitad del largometraje, muchas de las tramas, interesantes a priori, comiencen a hacer mella en la atención del espectador.

Como aspectos positivos, la buena labor de su reparto en conjunto, los cara a cara interpretativos entre Pierce Brosnan y Ewan McGregor (una pena que haya tan pocos, ya que son lo mejor del filme), la atmósfera opresiva del filme y la idea principal de la historia, que no su desarrollo.

Por lo que nos encontramos con una obra correcta sin más, de la que no apetecen repetidos visionados, y que hace 15 años habría pasado por una película del montón y una obra menor de su director, que es lo que es en el fondo, pero que  al lado del 90% de lo estrenado en los últimos meses es un oásis dentro de la basura que es en líneas generales el cine actual.