Con un retraso considerable tras el ejemplar anterior, regresa la gran epopeya del regreso de Bruce Wayne, donde Morrison ha puesto patas arriba el universo del hombre murciélago. Alegría doble, porque esta miniserie y esta etapa en concreto ha vuelto a traerme las ganas y la ilusión por leer una serie mensual, con esos giros y retruecanos que tan bien se le dan a Morrison.
En esta ocasión, Wayne aparece justo en el momento del asesinato de sus padres, homenajeando Morrison las historias pulp y de detectives de los años 30, en un número que se paladea de la primera a la última y sorprendente página. Número donde Morrison comienza a desvelar gran parte de los enigmas con los que ha estado jugando con el lector desde hace ya cuatro años, desvelando más sobre la organización "Guante Negro", el enigma de Thomas Wayne, el doctor Hurt y todas las semillas plantadas a lo largo de esta miniserie que empiezan a cobrar sentido.
Como punto negativo, que el dibujante que le acompaña (uno de mis favoritos), Ryan Sook no es el autor de todas las páginas del ejemplar, aunque su sustituto Pere Perez no hace un mal trabajo. A un par de números de completar esta segunda etapa de Morrison con el personaje y disfrutarla mes a mes, habrá que leerla del tirón, donde seguro la disfrutaré el doble, fijándome en todos y cada uno de los miles de detalles que Morrison ha ido plantando en esta ya larga y mítica etapa en la historia del personaje.
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