15 de octubre de 2010

The Invincible Iron Man: Stark Disassembled. Reseñas comiqueras de actualidad


The Invincible Iron Man: Stark Disassembled de Matt Fraction y Salvador Larroca (The Invincible Iron Man vol.4 20 al 24 USA).

La nueva saga de la galardonada serie de Iron Man del genial Matt Fraction, realmente un epílogo de la seminal "El Más Buscado del Mundo" una multisaga de catorce episodios, donde Fraction consiguió con Iron Man lo que Miller hizo con el personaje Daredevil en su obra maestra "Born Again", es un paso atrás en una colección que hasta el momento no había tenido ni un solo tropiezo. Varios son los motivos.



En primer lugar, la duración de la saga, obligado para sacar el recopilatorio de turno (yo lo he leído en ese formato). Cinco números son excesivos para contar una historia (Los intentos del resto de héroes y amigos de Stark de traer de vuelta a Tony del estado vegetativo en el que se encuentra, mientras el lucha dentro de su mente con sus propios demonios internos) que no es para nada original, sabes todo lo que va a ocurrir y la sorpresa brilla por su ausencia. Es posible que el alargamiento de la trama sea impuesto por las altas instancias editoriales por el evento "Asedio" y la importancia que seguramente tendrá Stark en la resolución de la historia.



Segundo, el trabajo de Larroca, flojo en los últimos años debido a la obsesión del autor valenciano de no dejar el entintado de su obra en manos de un profesional y aplicar el color digital sobre unos lápices muy poco trabajados, casi amateurs, da como resultado una presencia gráfica muy dejada y pobre, con unos fondos inexistentes y una representación de los personajes, sobre todo sus rostros, artificiales a más no poder. Tema aparte la composición de página, deudora en el mal sentido de los storyboards cinematográficos.



Y tercero y más importante, un defecto habitual en el cómic de superhéroes contemporáneo, que es el cambiar para que todo vuelva a su origen. La resolución de la historia es la vuelta de Stark sano y salvo, pero (que casualidad) con el recuerdo borrado de sus últimos años, lo que nos devuelve al Stark pre-Civil War y permite al personaje ser perdonado tanto por sus compañeros como por los lectores, ya que Marvel no se puede permitir tener un personaje con una franquicia cinematográfica millonaria, con una conducta moral por lo menos dudosa. Espero que la siguiente saga recupere el tono de los primeros diecinueve números y esto sea tan solo un traspiés momentáneo provocado por imposiciones editoriales y corporativas.

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