Tras varios intentos fallidos de llevar a sus héroes a la pantalla grande, con auténticos bodrios y películas no de serie B, sino de serie Z, como los telefilmes de Spiderman de los años 70, que nos colaron en España como estrenos cinematográficos, la serie de TV de Hulk, que era como Autopista hacia el cielo, pero con un gigante verde hormonado, y despropósitos tales como las producciones de la inefable productora Cannon, instigadora de obras maestras del 7º arte, tales como Superman IV, como la "película" del Capitán América dirigida, es un decir, por el incompetente Albert Pyun, "El Castigador", o la producción de serie b de la factoría Corman, "Los 4 Fantásticos", que de buena que era, no se llegó ni a estrenar, todas ellas estrenadas por la puerta de atrás, es decir por el videoclub, en los años 80 y tras 3 décadas de dominio cinematográfico de su editorial rival DC Comics, con sus famosísimas versiones de Superman y Batman, dirigidas sus primeras entregas por directores de la talla de Richard Donner en Superman, y un novato Tim Burton en la saga del hombre murciélago, Marvel Comics decidió que era el momento de presentar a sus personajes al público cinematográfico, eligiendo como abanderados, los personajes de su editorial que en aquellos momentos, finales de la década de los 90, eran los más vendidos y adorados por sus millones de seguidores. Los productores cinematográficos de esta película fueron, casualidades de la vida, el famoso director Richard Donner, causante del exitazo que fue en el año 1978, Superman, que hizo creer a toda una generación que un hombre podía volar, como rezaba su cartel, y película ante la que toda adaptación de cómics de superhéroes se comparaba.
El siguiente paso fue elegir el director que llevaría a cabo la tarea, y el elegido fue un joven director que había llamado la atención en la escena independiente con la película "Sospechosos Habituales", película que demostró a un joven talento prometedor, que tenía como grandes bazas, un magnífico trabajo coral de todo su reparto, y un guión intrigante. Pero aquí empezaron los problemas.
Las primeras imágenes y trailers no parecían muy esperanzadoras. El look de los personajes, en los cómics colorido y vistoso, dio paso a unos sobrios uniformes negros de cuero, que parecían una imitación burda de la moda que impuso un año antes la película "Matrix". Además, lo poco que se pudo ver en los trailers, estaba más cercano, a una producción de serie b casposa, que a las estilosas adaptaciones de Batman y Superman. Lo único que destacaba del reparto eran dos grandes actores, Patrick Stewart y Ian Mckellen, no muy conocidos por el gran público, pero dos grandes actores, interpretando a los dos antagonistas principales del cómic, el Profesor Xavier y su amigo pero rival, Magneto, dos hombres con un mismo objetivo, pero con visiones diferentes de como llevarlo a cabo.
Pero el resultado final, al ver el largometraje terminado, fue sorprendente pero para bien. Synger había sabido sacar la esencia de los personajes, marginados sociales por ser diferentes, en este caso, un paso en la evolución de la humanidad, los mutantes, temidos y odiados por los humanos normales. Esta oda a lo diferente, que ya se mostraba en el cómic, adornado por peleas, superpoderes y héroes y villanos, y que en el fondo se podría extrapolar a cualquier grupo social que haya sido motivo de marginación o persecución, fue plasmado a la perfección por Synger.
Vista ahora, la película acusa aun más el bajo presupuesto del que dispuso Synger para levantar una producción de esta envergadura, pero lo que le faltó de presupuesto, lo invirtió en un cast adecuado, perfecto Lobezno interpretado por Hugh Jackman, descubierto por Synger, y que le catapultó a la fama, unos magistrales Ian McKellen y Patrick Stewart, y unos correctos Anna Paquin, James Mardsen y Famke Jannsen, como Pícara, Cíclope y Jean Grey. Otro acierto fue un guión simple pero efectivo, que supo sentar las bases para continuar la saga, en la muy superior X-Men 2. El correcto guión, unos personajes interesantes y tratados con cariño, y un respeto y conocimiento del material de base del que partía, dio como resultado una película que gustó tanto al público de la calle, que nunca había oído hablar de estos personajes, a la crítica y también a los numerosos fans del cómic.
Pero no todo pueden ser alabanzas, más vista con el paso del tiempo. Sus defectos son, el bajo presupuesto del que disponía, por lo que a veces da la impresión de estar viendo una película de serie B, no una gran superproducción de Hollywood, una duración excesivamente corta, que deja un poco coja a la película, que más que una película parece el piloto de una serie de televisión. También hay espacio para las críticas como aficionado del cómic: el personaje de Tormenta interpretado por la actriz Halle Berry, es meramente testimonial, y todos los matices que tiene en el cómic, aparecen aquí desdibujados con un personaje completamente inerte, más aún cuando el resto de personajes están perfectamente definidos y desarrollados. Los secuaces de Magneto, exceptuando Mística son de traca, sobre todo Dientes de Sable que no tiene nada que ver con el personaje del que parte.
Como resultado final, decir que con sus faltas, los aciertos superan de calle a los errores, Synger trató con enorme respeto el material del que partía, nos descubrió a Hugh Jackman, y demostró a Hollywood y al público, que se podían hacer buenas películas de cómics de superhéroes, que gustaran a todo tipo de públicos, no solo a los fans irredentos del cómic, y abrió la puerta a una década que nos ha dejado joyas del género, tales como los dos primeros Spiderman de Sam Raimi, Hulk de Ang Lee, los 2 Batman de Nolan, por poner unos cuantos ejemplos. En todos los casos que menciono anteriormente, le superaron, pero no hay que olvidar que Synger y su película X-Men fue la pionera de una nueva manera de entender las adaptaciones de cómic, tanto para el gran público como para la industria Hollywoodiense. Y eso no hay quien se lo quite.
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