Tiana y el Sapo, de John Musker y Ron Clements. Reseña de Actualidad.

Tiana y el Sapo (The Princess and the Frog, 2009).

Tras un parón de muchos años, y después de unas mediocres y malas incursiones que dejaron al sello Disney en muy mal lugar, Disney vuelve a lo que mejor sabe hacer, cine de animación en 2D. He de reconocer, aunque admire y respete el trabajo de esos genios de la animación que son Pixar, que el cine de animación en 3D, aunque haya dado grandes obras, no me llega de la misma manera que la animación tradicional, por lo que este regreso me llenaba de ilusión y de expectativas. Y el resultado es bueno pero con reservas.

Los artífices de este regreso son los mismos que devolvieron al estudio a una nueva edad de oro, John Musker y Ron Clements. Estos autores realizaron La Sirenita, en 1989, cuando Disney llevaba, igual que actualmente, una racha horrible de títulos nefastos que habían devaluado su gran historia. Tras La Sirenita, Disney entregó para deleite del espectador, clásicos atemporales de la categoría de La Bella y La Bestia, Aladdin, y El Rey León. Ahora repiten la misma jugada, cuento de hadas con estructura de musical, esta vez con princesa de color, algo nunca visto hasta ahora en la historia del estudio.

La película nos devuelve al mejor Disney, con una historia tradicional de amor verdadero y superación personal, a través de los mensajes educativos para los infantes de lo que es correcto y lo que no. Vuelven a juntar los personajes tradicionales, bella joven de bondad absoluta, príncipe encantado pero que esta vez es usado para reírse del género, un genial villano, y un grupo de animales antropomorfos que sirven de ayuda a los héroes del relato. Todo ello aderezado de un puñado de canciones, un diseño de producción espectacular, una magnífica animación y esta vez sí el sello de calidad de la marca Disney.

La composición de la banda sonora y canciones esta vez se pone en manos del compositor Randy Newman, autor familiarizado con el universo Pixar, de él son las bandas sonoras de los dos Toy Story y Cars por ejemplo, que no es santo de mi devoción, por su estilo espeso y en algunas ocasiones cursilón, que aquí entrega sin embargo un buen trabajo, con una música influenciada por el jazz, destacando la canción del villano "Friends from the other side", y la canción de la protagonista "Almost There", el mejor número musical de toda la película. Pero el problema es que no consigue superar ni igualar las composiciones de Alan Menken y el tristemente fallecido Howard Ashman para La Sirenita o La Bella y La Bestia.

Sumémosle a esto, un guión sencillo pero en algunos aspectos mal desarrollado y explicado en algunos tramos del filme, un nudo algo aburrido, y unos personajes secundarios algo mediocres que no están a la altura de los secundarios de otros títulos de la casa, y tenemos como resultado un título que es un buen comienzo para que Disney vuelva a reverdecer sus laureles, pero que se queda por debajo de los grandes clásicos del estudio.

De todas maneras, es de aplaudir como aficionado al género de animación tradicional, que Disney vuelva por sus fueros,porque se que este es el camino adecuado para que la casa de los sueños vuelva a ofrecernos nuevas obras maestras de la animación. Disney ha vuelto, y se les echaba de menos.