26 de febrero de 2010

All-Star Batman and Robin, de Frank Miller y Jim Lee. Relecturas.


ALL STAR BATMAN & ROBIN 1 AL 10 USA de Frank Miller y Jim Lee.

En el año 2005, la editorial DC Comics quiso emular el éxito que su gran competidora Marvel Comics, había cosechado con sus series Ultimate,una línea editorial que volvía a contar desde el principio, pero con un enfoque moderno, las aventuras de sus personajes más famosos (Spiderman, X-Men, Los Vengadores, Los 4 Fantásticos), despojándolos de los 40 años de historia que arrastraban a sus espaldas y que echaban para atrás a potenciales lectores de cómics que querían iniciarse en este universo, arropados por autores de prestigio como Brian Michael Bendis y Mark Millar a los guiones.



Por lo que si Marvel decidió iniciar esta línea en 2001 con dos series con sus personajes más conocidos y rentables, Spiderman y los X-Men, DC no iba a ser menos y comenzó esta línea editorial con sus dos estandartes, la luz y la oscuridad de la compañía, Superman y Batman. Para ello, contrataron a autores que pudieran demostrar que eran verdaderos All Stars del mundo del cómic, como rezarían los títulos de las series. Para Superman, se contrató al excelente y sorprendente guionista escocés, Grant Morrison, y a los lápices al excepcional Frank Quitely, que realizaron en una etapa de 12 números, una de las mejores, más imaginativas y más emotivas historias del hombre de acero de su ya larga historia.



Para el hombre murciélago, DC se lo encomendó al autor que mejor ha sabido entender al personaje, y el que consiguió sacarlo del ostracismo en el que vivía en los primeros años 80, revitalizándolo y haciendo que el personaje siga siendo a día de hoy el icono cultural que es, Frank Miller.



Pero el Frank Miller del nuevo siglo, al que se le encomendó esta colección, no era ya la joven promesa que en los años 80 revolucionó la industria del cómic americano con su obra maestra "The Dark Knight Returns", la historia final del hombre murciélago en su vejez y punto de inflexión con Watchmen, de lo que ha sido el cómic mainstream americano en general, y el cómic de superhéroes en particular. El Frank Miller del siglo XXI era un autor que había ido languideciendo en calidad, no en éxito, ya que esta última década ha sido el momento en el que Miller se ha convertido en autor conocido por el gran público, gracias a las adaptaciones de sus obras Sin City y 300, a la gran pantalla. Miller en estos últimos años, sobre todo desde mediados de los 90, y tras sus últimas buenas obras que fueron sus tres o cuatro primeras historias para su proyecto más personal y también su fosa artística, Sin City, ha ido decreciendo su calidad a medida que su ego iba aumentando. Su pico más bajo, llegó en el año 2001, cuando realizó la secuela de su mayor obra y mayor éxito, el ya mencionado "The Dark Knight Returns". El resultado, auténtica basura, un insulto para los fans del  autor y del hombre murciélago, y una de las mayores desilusiones en mis ya largos años como aficionado al medio.



Así que mi aproximación hacia el cómic a reseñar en este post, fue en su momento de aparición, 2005, de curiosidad y recelo, viendo el nivel que Miller había plasmado en los últimos años. El veredicto tras su lectura, fue de una nueva decepción, agravado por una periodicidad lamentable, demostrando el poco respeto de Miller hacia sus fans. Desde Julio de 2005, que fue cuando dio inicio la colección y hasta septiembre de 2008, se publicaron únicamente 10 números de una colección que era supuestamente mensual. A fecha de hoy, no ha vuelto a salir ningún número más de la colección, aunque los dos siguientes se pudieron presolicitar en el año 2008. No hay noticias sobre si continuará, ni de parte de la editorial, ni del propio Miller. El tiempo dirá.



Pero hace unos días, echándoles un vistazo, quise darles una nueva oportunidad. Y releídos del tirón, sin esperas de seis meses o incluso de un año entre número y número ganan enteros, y he de decir que he disfrutado de su lectura, eso sí, con matices.



Como aspectos negativos, sigo viendo a un Miller, que en el pasado fue capaz de crearme personajes memorables, muchas veces en una sola página, emulando a su maestro y amigo Will Eisner, entregándome personajes estereotipados, unidimensionales, que en su Sin City funcionaban al ser un homenaje a la serie negra más descarnada, pero que aquí, al igual que en 300 ya no cuelan. Los personajes actuales de Miller, se dividen en dos tipos: los hombres son  macarras psicóticos como su Marv de Sin City, y  las mujeres arpías/zorrones armadas y peligrosas hasta las trancas, como las prostitutas de Sin City. No hay ya matices en sus personajes, están definidos con trazo grueso, sin sutilezas y tienen la misma profundidad que el manual de instrucciones de un despertador. Además, Miller se ha acomodado en su estilo, abusando de la voz en off, que en un principio era un recurso que le diferenciaba del resto, y hacía su discurso único e intransferible, pero que a día de hoy, casi 30 años después resulta cansino.



Pero no todo es malo en esta nueva incursión de Miller en la historia del hombre murciélago. Para empezar, pertenece a la misma línea temporal que sus dos grandes historias de Batman, su origen y su historia final, "Batman Año Uno" y "The Dark Knight Returns", por lo que el lector veterano, descubrirá múltiples guiños dirigidos a él, como la zona recreativa Arcadia, ya aparecida en Dark Knight, la secuaz nazi del Joker, también de Dark Knight, o la sargento Sarah Essen, agente de policía y amante de James Gordon en Batman Año Uno. La reinterpretación de los inicios de Batman con Robin, como interactúan, la nueva relación entre ambos, es un soplo de aire fresco, y la caracterización del propio Batman como lo que realmente es, un psicótico peligroso con problemas para relacionarse y comunicarse, tan peligroso o más que los criminales a los que persigue, es loable. El Joker nunca ha sido tan peligroso y terrorífico como en esta nueva interpretación, y la imagen que da del resto de los superhéroes clásicos de la editorial como Superman, Wonder Woman y Green Lantern, mostrándolos como unos auténticos patanes con demasiado poder es genial. El resto es su Sin City, pero trasladado a Gotham City.



A los lápices tenemos a Jim Lee, dibujante estrella de los años 90, que aquí hace uno de sus mejores trabajos, pero que sigue demostrando sus limitaciones. Es un magnífico dibujante de superhéroes, pero cuando deja a un lado la splash page, las posturitas de acción y el dibujo de pin-ups, demuestra las carencias que tiene de narrativa. Ese es otro de los defectos que se pueden encontrar en esta colección, el uso y abuso de páginas dobles, e incluso de 8 páginas, que hacen que la historia avance poco de número a número, y que lo contado en 10 números se podía resumir en 4 o 5 como mucho.



Pero en el fondo, los 10 números aparecidos hasta el momento se leen con agrado, es el mejor trabajo de Miller desde sus primeros Sin City a mediados de los 90, pero que sigue estando muy lejos de lo realizado por este autor en sus primeros años de carrera, donde entregaba obra maestra tras obra maestra. Miller se ha quedado viejo y sin ideas, y donde antes había revolución, solo queda autocomplacencia. Podría haber sido un cómic mucho mejor, pero visto el trabajo de Miller en los últimos años podría haber sido mucho peor. En resumen, un buen entretenimiento, pero que debería ser mucho más en manos de este otrora genio.



Como apunte final, y si estáis interesados en darle una oportunidad, Planeta editó en el pasado salón de Barcelona, un bonito tomo en cartoné por unos módicos 20 euros que recopilan los nueve primeros números de la colección. El décimo número no está incluido y sigue inedito en España, a la espera de que Miller y Lee retomen la colección en algún momento de sus apretadas agendas, aunque ahora mismo no estén haciendo nada. Es lo que tiene la fama y el éxito, que ciega.


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