Alien de Ridley Scott: una retrospectiva

Como dije en mi introducción a esta página, mi principal objetivo es analizar con la perspectiva del tiempo, películas que me han marcado, y una de ellas es la saga de Alien, que he visionado este fin de semana en dos sesiones. Por supuesto, está fuera del análisis la saga Aliens Vs. Predator, porque no considero que esas dos basuras puedan considerarse parte de la saga, ya que lo único que han conseguido es devaluar ante el público, esta fantástica aunque irregular saga de ciencia ficción. Irregular digo, porque el resultado de las cuatro partes que componen la saga es muy desigual en sus resultados, pero todas ellas me parecen productos con un estilo muy diferenciado entre ellas y donde sus directores, con mejor o peor resultado han enriquecido con su trabajo a esta saga. Hoy comenzamos con la primera parte de la saga.

ALIEN (1979)

La primera parte de la saga, con 30 años a sus espaldas, es la que mejor ha resistido el paso del tiempo, pareciendo incluso más actual que cualquiera de sus secuelas. La razón de ello, es la misma por la que esta es también la mejor parte de la saga,  su atemporalidad, es decir, es una película que en vez de seguir el estilo y la moda de la época, crea estilo y se convierte en referencia para toda una generación de cineastas.

Todo el acierto se le debe agradecer a dos personas en concreto: su director Ridley Scott, que firma aquí su obra más redonda en todos los aspectos, ya que el equilibrio entre fondo y forma, entre estilo y narrativa es magistral, y al genial artista suizo, H.R.Giger, responsable del diseño de la criatura. Lo que ambos artistas consiguen, y los considero a ambos autores al 50% de la obra final, ya que la película no sería lo que es, sin el trabajo de Giger, es tomar como punto de partida un guión mediocre, que en manos de cualquier otro, no hubiera pasado de ser una peliculilla de serie B del montón, y convertirla en una de las 5 películas de ciencia ficción, en mi opinión, más influyentes de la historia del cine.

Su fórmula es muy sencilla desde el punto de vista actual, pero en su momento fue revolucionaria, y se resume en una única palabra: Realismo. Scott te presenta de forma sencilla pero no simple a 7 personajes dentro de un entorno claustrofóbico, que se conocen de una pincelada,y que cada uno de ellos cumple su rol dentro del grupo social (está el líder Dallas, el líder por obligación, no por deseo, representado en el papel de Ripley, el conspirador, el sintético Ash, etc...). Todos ellos al igual que el espectador se encuentran encerrados en una nave espacial, con una criatura que solo atisbamos, sin posibilidad de escape. Estos personajes se convierten, sobre todo uno, en héroes a su pesar, ya que son trabajadores normales en una situación extraordinaria, lo que hace que el espectador se vea aún más reflejados en ellos.

El mimo por el detalle de Scott es otro de los aspectos positivos del film: La nave parece real, porque los decorados están detallados hasta la mínima expresión, al igual que el planeta donde encuentran a la criatura. Se puede palpar el ambiente, la humedad, incluso parece que pudieras palpar todo aquello que aparece en pantalla. El espectador está dentro de la película, y Scott lo acentúa ya desde los minutos iniciales, donde nos introduce en la nave Nostromo con unas suaves tomas con Steadycam, donde te presenta el escenario donde va a transcurrir el 90% de la historia. El uso de la Steady es magistral, convirtiéndose casi en otro protagonista más de la historia, casi como si algo o alguien estuviera observando a los tripulantes de la nave, lo que acrecienta el terror y la inquietud desde el primer minuto del largometraje.

Pero el plato fuerte de la película es la criatura, y que criatura. El Alien de Giger es el mejor monstruo creado por el cine en toda su historia, y su éxito radica en extraer del subconsciente del espectador, temores primigenios. Creo que esto y no otra cosa, es lo que diferencia a esta película del resto de la saga. Las otras tres partes son lo que son, películas de monstruos, realizadas con mayor o menor acierto, pero esta es algo más. Y ese algo más se encuentra en muchas escenas: la llegada al planeta alienígena y el encuentro de la nave con el alien muerto, en uno de los planos más bellos de la historia del cine, el momento que John Hurt es atacado/violado por el alien del huevo, la posterior muerte/parto de este personaje en la memorable escena de la cena, la aparición del Alien colgado cual Jesucristo crucificado. Toda la película tiene, o al menos es mi parecer, una gran cantidad de connotaciones subjetivas, que la convierten en algo más que una película de terror, en una pesadilla absoluta. El mérito, como ya he dicho antes pertenece tanto a Scott como a Giger. Si alguno de los dos no hubiera participado, no estaríamos hablando hoy de esta película, ya que la palabra que les define a ambos artistas por esta obra es la de visionarios.

Por lo tanto esta obra se me hace fundamental para entender la historia del cine, y aunque me parece absurdo recomendar una película que casi todo el mundo ha visto, lo hago igualmente. Todos aquellos que nunca hayan disfrutado esta película tienen un gran vacío cinéfilo en su interior. Cómprenla, alquílenla, o pídalan prestada (aunque eso no le guste a nuestra ministrilla de Incultura), apaguen las luces y prepárense a pasarlo genialmente mal. No se arrepentirán.

Mañana...Aliens de James Cameron.( Si es que en el fondo te tengo todos los días en mi cabeza James).