El mercado del cómic europeo sabe muy bien quiénes son sus estrellas. No todo es arte y ensayo en la vieja europa y esta tetralogía es una buena muestra de ello. Sus autores son conocidos tanto por el público aficionado, como por personas ajenas al sector. Jodorowsky, el autor chileno responsable de guiones como el Incal junto a Moebius o su larga saga de Los Metabarones junto a Carlos Gimenez y Manara, con sus Clic y demás obras eróticas o sus trabajos junto al gran Hugo Pratt son ejemplos más que suficientes.
Así que la unión de ambos autores era un acontecimiento. Y así fue, con la aparición en el año 2004 del primer volumen de una historia en cuatro partes que ha finalizado hace escasos meses con la publicación por parte de Norma del cuarto y último volumen en mayo de 2011.
La obra es ambiciosa, ya que trata el auge y caída de la familia Borgia en el tumultuoso final de la Edad Media. Y la aproximación del tandem Manara/Jodorowsky es del todo menos fácil. Porque pocas veces hemos sido testigos de una visión tan descarnada, violenta, sexual y explícita como en esta obra, una mezcla de "Saló o los 120 días de Sodoma" de Pier Paolo Pasolini y la brutalidad descarnada del Paul Verhoeven de "Los Señores del Acero".
Jodorowsky y Manara no son bondadosos con sus personajes y mucho menos con la iglesia católica, representada aquí como una jauría de bestias inhumanas en las que todo cabe, desde el infanticidio, al incesto filial y paterno-filial, pasando por el voyeurismo familiar. Pero no solo el estamento eclesiástico es retratado de manera tan descarnada, sino también la sociedad por completo de la Edad Media, tanto la nobleza como el pueblo llano.
Por supuesto, estando Manara a los lápices, en su mejor trabajo de los últimos díez años, ya que solo hace falta comparar su trabajo en esta obra, con otros mucho menos logrados como su novela gráfica "Revolución" o su colaboración junto a Chris Claremont en la novela gráfica "X-Men: Mujeres en Peligro", para darnos cuenta de que aquí Manara ha hecho un trabajo en el que cree y no es meramente un medio para llegar a fin de mes.
La tragedia se ceba en todos y cada uno de los personajes de este drama familiar, personajes sin escrúpulos y deshumanizados que reciben su justo castigo. Una obra que dudo mucho sea del gusto de todos aquellos que estén de acuerdo con la visión institucionalizada de la iglesia católica, pero que será del disfrute de todos aquellos que no aprueban la influencia y el poder que la religión ha tenido en el desarrollo de la historia de la sociedad occidental, un mundo en el que la codicia, la perversión y los crímenes realizados en el nombre de un Dios que visto lo visto en estas páginas, debió abandonar el mundo de los hombres tras ver en lo que se habían convertido.
En definitiva, un buen trabajo del tándem creativo, por supuesto, solo recomendado para personas poco impresionables y que les interese indagar en los abismos y los recovecos más oscuros del ser humano.
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