Wonder Woman 1 de Brian Azzarello y Cliff Chiang.
Azarello nunca ha brillado en el género de los superhéroes. Sus aproximaciones a dos de las tres figuras de la trinidad por antonomasia de DC se ha saldado ambas veces en un sonoro fracaso artístico, tanto en su Batman: Ciudad Rota junto a su media naranja artística Eduardo Risso, como su trabajo junto a Jim Lee en la historia Superman: Por el Mañana. Ambas historias tenían un aspecto gráfico envidiable, pero el guión de Azarello era ininteligible. Ahora le toca enfrentarse a la figura femenina de la trinidad, Wonder Woman y aquí el trabajo puede ser más fácil, ya que Wonder Woman ha funcionado mejor icónicamente que como tebeo, porque exceptuando la etapa de George Perez en los años 80 y quizás la corta estancia de Allan Heinberg en la accidentada colección de mediados de la década pasada, poco más destacable se podría sacar de la serie regular de la amazona. Visto y leído el primer número de esta nueva colección, decir que por ahora Azzarello ha aprobado y que su compañero gráfico, Cliff Chiang ha aprobado con nota. Azzarello, al que habrá que dejarle desarrollar su historia porque siempre es donde falla, parte de un planteamiento cercano a la novela "American Gods" de Neil Gaiman, con la interesante premisa de dioses egoístas y mezquinos, que abusan de su poder para utilizar en sus juegos familiares a los pobres mortales que se les cruzan por su camino como meros peones de una partida mortal y eterna. Y si el tebeo destaca sobre la media es en el trabajo de Chiang a los lápices, entregando página tras página maravillosamente ilustradas y con una composición de página magnífica, representado visualmente a la princesa Diana más griega y fría jamás vista desde la representación de Frank Miller en su secuela de Dark Knight.
Aquaman 1 de Geoff Johns e Ivan Reis.
Si Wonder Woman siempre se ha tenido que conformar con una colección mediocre y de poca importancia a lo largo de la historia, por lo menos ha tenido la suerte de convertirse en un icono cultural conocido por la mayoría de la población, con una imagen atractiva y poderosa. Esa suerte no la ha corrido Aquaman, que ni ha tenido nunca una colección regular y encima siempre ha sido considerado el personaje menos carismático dentro del panteón de héroes clásicos de la colección, como bien muestra Johns en ese ejercicio de metalenguaje que es la entrevista del impertinente bloguero a Arthur Curry en este mismo número. Porque lo que está haciendo Johns con Aquaman es un verdadero lavado de imagen ante el fandom. Primero, con su importancia dentro de dos eventos de la magnitud de La Noche Más Oscura y El Día Más Brillante, y ahora con una serie regular por todo lo alto, con un equipo artístico estelar formado por Geoff Johns e Ivan Reis, autor aclamado por los aficionados, al que yo personalmente no considero nada del otro jueves, pero al que tengo que reconocer que en este primer número hace el que quizás sea su mejor trabajo. En cuanto al guión, poco se puede decir todavía, porque Johns no ha hecho más que plantar el terreno en el que se va a mover la colección, por lo tanto habrá que dejar que la serie se desarrolle para poder dar un veredicto definitivo. Por lo tanto, este primer número no es más que un agradable aperitivo, del que esperamos que nos entregue el mejor Johns, el de la JSA y sus primeros dos años en Green Lantern y no el fatigado y algo quemado Johns de los últimos años del guerrero esmeralda.
The Flash 1 de Francis Manapul y Brian Buccellato.
Otro de los personajes clásicos que recibe un lavado de cara relativo. Nos encontramos con un tebeo muy atractivo visualmente de parte del dibujante Francis Manapul, que aunque no es el mejor dando personalidad y caracterizando a sus personajes, si que realiza un excelente trabajo compositivo, apoyado por un excelente color de Brian Buccelatto que también co-guioniza el tebeo con el dibujante. Este primer número argumentalmente no descubre la fórmula de la Coca-Cola, pero tampoco es su ambición. Divertido, interesante al humanidad que le aportan al personaje y su posible triángulo amoroso con Iris y Patty. Se deja leer con agrado. Ni más, ni menos.
Superman 1 de George Perez y Jesús Merino.
El tebeo más clásico de toda la nueva DC y además en el buen sentido de la palabra. Quizás sea la colección que más fácilmente puedes valorar, gracias a la cantidad de información que el tebeo provee al lector sobre las intenciones de sus autores, además de que el tebeo es espeso en el buen sentido, es decir, no se lee en tres minutos, como la mayoría de tebeos actuales que solo están pensados para leer recopilados en bonitos tomos. Esta serie y estos autores valoran la importancia del comic-book como unidad de lectura por si sola. Pero vayamos a lo que cuenta. Lo primero, esta colección se situa cronológicamente en el presente del personaje, con Superman ya establecido en Metrópolis, Clark como reportero y casi todos los elementos clásicos que espera el lector, al contrario del trabajo de Morrison en Action Comics, colección radicalmente diferente a este Superman en intenciones y tono, pero que ambas consiguen que la línea Superman sea por el momento la más consistente de los nuevos 52. Perez nos presenta una Metropolis que ha estado sin Superman una temporada, algo que no sabemos porqué pero que iremos averiguando y muchas cosas han cambiado. Lois en esta versión no está con Clark, el Daily Planet original cayó, y ahora el periódico pertenece al emporio multimillonario de Morgan Edge, el Rupert Murdoch del universo DC, algo con lo que Clark no está de acuerdo y que provoca un motivo de distanciamiento más con Lois, que cree que los motivos de Clark son más personales que profesionales. Perez además de firmar un interesante y clásico guión, se encarga de la composición de página y los bocetos, terminados por el español Jesús Merino. Un tebeo con aroma de clásico, que puede ser considerado rancio para una gran parte de los lectores, pero que a mi personalmente me ha parecido uno de los mejores tebeos del reinicio. La pena es que parece que este equipo creativo no pasará del número 4, ya que al parecer a Dan Didio no le gusta que sus tebeos tengan unos guiones con sentido.
Superman 1 de George Perez y Jesús Merino.
El tebeo más clásico de toda la nueva DC y además en el buen sentido de la palabra. Quizás sea la colección que más fácilmente puedes valorar, gracias a la cantidad de información que el tebeo provee al lector sobre las intenciones de sus autores, además de que el tebeo es espeso en el buen sentido, es decir, no se lee en tres minutos, como la mayoría de tebeos actuales que solo están pensados para leer recopilados en bonitos tomos. Esta serie y estos autores valoran la importancia del comic-book como unidad de lectura por si sola. Pero vayamos a lo que cuenta. Lo primero, esta colección se situa cronológicamente en el presente del personaje, con Superman ya establecido en Metrópolis, Clark como reportero y casi todos los elementos clásicos que espera el lector, al contrario del trabajo de Morrison en Action Comics, colección radicalmente diferente a este Superman en intenciones y tono, pero que ambas consiguen que la línea Superman sea por el momento la más consistente de los nuevos 52. Perez nos presenta una Metropolis que ha estado sin Superman una temporada, algo que no sabemos porqué pero que iremos averiguando y muchas cosas han cambiado. Lois en esta versión no está con Clark, el Daily Planet original cayó, y ahora el periódico pertenece al emporio multimillonario de Morgan Edge, el Rupert Murdoch del universo DC, algo con lo que Clark no está de acuerdo y que provoca un motivo de distanciamiento más con Lois, que cree que los motivos de Clark son más personales que profesionales. Perez además de firmar un interesante y clásico guión, se encarga de la composición de página y los bocetos, terminados por el español Jesús Merino. Un tebeo con aroma de clásico, que puede ser considerado rancio para una gran parte de los lectores, pero que a mi personalmente me ha parecido uno de los mejores tebeos del reinicio. La pena es que parece que este equipo creativo no pasará del número 4, ya que al parecer a Dan Didio no le gusta que sus tebeos tengan unos guiones con sentido.
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