Capitán América 8, Iron Man 8 y Thor 5

Capitán América vol.8, 8 de Ed Brubaker y Jackson Guice (Captain America 613 y 614 USA).

Dos números más en este número de septiembre, algo que nos acompañará hasta finales de año para que la edición española no se distancie demasiado de la original. A nuestro favor, que podemos disfrutar al mes de doble ración de Brubaker, que con este juicio a Bucky Barnes ha vuelto a retomar el pulso de la mejor etapa del Capitán América de toda la historia del personaje. Brubaker de nuevo vuelve a demostrar que este título puede funcionar perfectamente con sus secundarios ya esté su protagonista principal muerto como Steve Rogers o imputado por crímenes contra la humanidad como ahora Bucky Barnes. Magistral la aparición del Doctor Fausto y su manera de demostrar la inocencia de Bucky en pleno juicio y lo que ha hecho Brubaker con Pecado, la hija de Craneo Rojo. El final tiene el perfecto cliffhanger para enganchar al lector al final de una de las mejores historias de toda la colección.

El Invencible Iron Man 8 de Matt Fraction y Salvador Larroca (Invincible Iron Man 33 USA).

Último capítulo de Stark Resiliente, una saga que aunque con ideas interesantes, como siempre con Fraction, se ha hecho demasiado larga. Este último número quizás ha sido el que más se ha acercado a los primeros diecinueve números de Fraction al frente de la colección y el que de nuevo parece un paso adelante en las aventuras de Tony Stark con ese triunvirato de villanos que acechará al héroe en los próximos meses y que no desvelaré aquí para aquellos que no lo hayan leído todavía. Espero que la serie vuelva a remontar el vuelo tras un año algo alicaída.

Thor 5 de Matt Fraction y Pascual Ferry (Thor 619 USA).

Otra serie de Fraction a la que le está costando algo arrancar. Cierto es que este es su mejor número con el tercero, gracias al regreso de Odín y la magnífica escena en la que se plantea el nuevo status familiar entre este y sus dos hijos, Thor y el rejuvenecido Loki. La trama de los Devoradores de Mundos avanza sin entusiasmar, pero solo por la escena antes mencionada merece la pena leer el ejemplar.