Origen de Christopher Nolan. Reseña de actualidad.

Origen de Christopher Nolan (Inception, 2010). 

MC Escher conoce a Salvador Dalí, mezclado con un poco de filosofía cyberpunk y el ritmo de un Michael Mann anabolizado. La nueva propuesta del genial director inglés Christopher Nolan, es un bombardeo de imágenes para el recuerdo, ideas rompedoras y ritmo vertiginoso. 

Nolan adorna un drama existencialista sobre los límites de la realidad y la percepción que el ser humano tiene de la misma, con un thriller de ciencia ficción, aderezado con toques de cine acción. Christopher Nolan, acompañado al guión de nuevo de su hermano Jonathan (ambos escribieron mano a mano las extraordinarias The Prestige y The Dark Knight) nos narran una historia conceptualmente asombrosa (unos individuos que son capaces de entrar en las mentes de las personas y robar sus recuerdos a través del mundo de los sueños), magistralmente ejecutada, donde no existen los tiempos muertos y los momentos de respiro consiguiendo una experiencia inmersiva del espectador en un mundo y un universo completamente novedoso, gracias a unas ideas imaginativas hasta el límite, apoyado por un uso de los efectos visuales completamente visionarios. 

La película funciona gracias a una lógica interna perfecta donde cada detalle está cuidado al milímetro y la exposición de su compleja que no complicada trama, no ralentiza el transcurso de la acción. La base del éxito es su guión perfectamente engarzado, una dirección absolutamente prodigiosa, dejando para el recuerdo un amplio abanico de imágenes que ya han entrado con letras de oro en la historia del cine y un reparto encabezado por un grandioso Leonardo diCaprio, cada vez mejor actor, que lleva todo el peso de la trama y acompañado por jóvenes promesas como Joseph Gordon Lewitt (500 días juntos), Ellen Page (Juno) y Cillian Murphy (28 días después, Batman Begins) y veteranos como Ken Watanabe y Michael Caine. 

Filme de múltiples lecturas, más profundo de lo que puede parecer a simple vista, que se convierte en el mejor largometraje estrenado desde el verano de 2008 (El Caballero Oscuro del propio Nolan, que casualidad) y que se erige en el filme insignia del verano de 2010 (con perdón de Toy Story 3) y muy posiblemente el mejor largometraje del año. Una película de arte y ensayo para paladares exigentes, enmascarada de blockbuster veraniego y palomitero. Christopher Nolan de nuevo ha acertado en la diana, consiguiendo su mejor película hasta la fecha. Una obra maestra.